jueves, 3 de enero de 2019

Carta a mi amor


Amado mío, desearía saber qué pensar, qué sentir, qué escribir, desearía que las dudas se disiparan como se disipa lo que siento por ti cada vez que veo esos ojos que causan estragos hasta en la punta de mis pies, muchas veces he deseado no sentir tanto, no ser tan susceptible a ti, a lo mucho que sonrió después de tener noticias tuyas, me asusta pensar que algún día cuando sepas todo lo que siento te asustes, te vayas, desaparezcas como todo lo que he amado y ha partido así siento que te irás, me asusta esa idea, me duele la idea, me dueles tú, me duele lo que pasa cuando hay más distancia de la que debería haber, me duele la indiferencia con la que correspondes a los detalles que hago para verte sonreír, sé que te cuesta sentir amor, que tienes dudas, que tienes miedo de amar porque sabes que una vez que lo logres ya nada será igual, desearía ser la primera persona  por la que sintieras amor, pero aunque no lo fuera, desearía ser la persona que vas a ver toda la vida, a la que vas a tomar de la mano  y caminar, a la que miraras cuando tengas 80 años y te sonría pensando que tus ojos son el universo más bonito creado por Dios. De verdad deseo eso, deseo un amor de un siglo como mínimo, no de una eternidad porque las eternidades pueden ser cortas, deseo un amor lento, de esos que durarán hasta que se vean los cabellos blancos en la cabeza, deseo tu aroma a veguero en tu saco que te hará lucir adorable bajo esas canas blancas que brillan al sol; eso deseo. Te deseo.


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